Patologías

A menudo los mareos son causados por tensiones musculares a nivel cervical. Esto se debe a que la arteria vertebral se desliza a través de los agujeros de conjunción de las vértebras cervicales y entre los músculos anteriores del cuello. Cuando la rigidez cervical y la tensión de la musculatura asociada comprime ésta arteria, basta con un cambio de posición o rotación de la cabeza para provocar el mareo.  Así es como la aportación sanguínea al cerebro se ve disminuida y la sensación de inestabilidad invade al paciente.

Un ejemplo de estas cefaleas es la que provoca el nervio de Arnold.

Las tensiones musculares y la rigidez articular en la zona cervical y suboccipital dan lugar a la compresión del nervio de Arnold. Este provoca un dolor de cabeza que se origina a nivel occipital y puede extenderse hasta la zona frontal del cráneo. Generalmente se asocia a contractura y sobrecarga muscular de trapecios y hombros, así como a malas  posturas mantenidas a lo largo del día.

Liberar el recorrido del nervio en su paso a través de las diferentes estructuras generando mayor espacio y movilidad, es el enfoque del tratamiento.